El trabajo bien hecho antes de llegar a la baliza. No me cansaré de recordar a los orientadores nóveles que a la baliza hay que llegar con los deberes hechos. Eso supone realizar varias tareas: elegir la ruta más óptima, buscar un punto de ataque, simplificar la cartografía,…
Una de estas importantes tareas es la de leer y comprender la descripción del control cuando salgo del punto anterior. La elección de la ruta o el punto de ataque, pueden estar condicionadas por esta simple, pero importante acción. Imaginad que no he hemos leído la descripción, y me encuentro al otro lado de una valla impasable cuando he llegado al círculo, ¿qué hacemos ahora? Es probable que se nos escape un tiempo muy valioso.
Como siempre, y para evitar estos errores, introduciremos todo tipo de juegos, dinámicas, y cualquier ejercicio que nos ayude a que los niños aprendan la simbología de los controles y su interpretación. Podemos hacerlo de muchas maneras, y siempre tendremos la oportunidad de instruirlos de forma magistral y directa en un aula, a base de ejemplos y memorización. Sin embargo, a mi me gusta combinar este aprendizaje con otros aspectos en los entrenamientos.
Ordena la descripción de controles
La actividad que planteo consite en realizar un recorrido en línea adaptado al nivel que tengan los aprendices, añadiendo una descripción de controles detallada, pero sin códigos de baliza ni orden establecido. Los chicos deberán ir a cada control, y elegir entonces, a qué descripción corresponde, y señalarlo en la plantilla.
En las etapas iniciales, utilizaremos elementos comunes y de fácil visualización. Podemos incluir el texto de apoyo correspondiente para facilitar la tarea. Si tenemos varios niveles, podemos diseñar recorridos de diferente distancia y complejidad técnica. Separando los controles de caminos o elementos lineales, buscando puntos que tengan varios elementos iguales dentro del mismo círculo, eligiendo elementos impasables que obliguen a entrar a la baliza por una única dirección,…
