El 2022 nos dejó una nueva publicación en forma de libro dedicado al deporte de orientación. Un documento cuyo principal objetivo es el desarrollo de esta actividad en diferentes contextos educativos. Un trabajo en el que tuve la oportunidad de participar junto a un grupo de amigos apasionados de este deporte, y que la editorial INDE tuvo a bien publicar, con el apoyo de la Federación Valenciana de Orientación (FEDOCV).
Una recopilación de propuestas renovadas para que docentes y técnicos en periodos de formación iniciales puedan enriquecer su práctica educativa. El fruto del trabajo realizado por especialistas en la materia bajo la tutela de dos de los principales referentes de este deporte a nivel escolar: Héctor Esteve y Rosa Mª Casadó.
El libro se divide en 8 capítulos dedicados a aspectos muy variados, pero siempre desde un punto de vista práctico. La gamificación, el tratamiento interdisciplinar, la inclusión o las TICs, son algunos de los temas que se desarrollan en este manual. Sin duda, una gran fuente de recursos para todos aquellos que busquen una nueva actualización en el enfoque pedagógico de sus clases.
Se presenta pues, como una apuesta innovadora, que pone en valor la orientación como uno de los saberes más importantes dentro de las actividades físicas en el medio natural (AFMN), y pone de manifiesto las múltiples bondades que este deporte desarrolla a nivel físico, cognitivo o emocional.
La 4ª prueba de la Liga Intercomarcal de la provincia de Alicante, se disputará en Alcoy. El Centre Excursionista d’Alcoi, está trabajando duro para ofrecernos una gran jornada deportiva, y acercar la orientación a niños y jóvenes de todas las edades.
La jornada se llevará a cabo principalmente en el parque de Batoy y los recorridos se distribuirán por diferentes zonas del barrio. Este mapa, elaborado por Álex Tello, se estrenó para la concentración de la selección española en marzo de 2022. Tiene zonas técnicamente muy diferenciadas, por lo que se presenta como un escenario ideal tanto para orientadores nóveles como experimentados.
Detalle zona urbana del mapa
Se trata de un mapa principalmente urbano, con zonas ajardinadas y un parque central dividido en dos partes a diferente altura. Los campos de cultivos y terrenos en barbecho son muy comunes en la zona norte del mapa. Una de las zonas más especiales del mapa, por su organización arquitectónica, es el instituto de Batoy. Cuyo recinto exterior se caracteriza por multitud de escaleras y pasos, que lo convierten en un auténtico laberinto.
La prueba de MTB-O se llevará a cabo en los alrededores de la vía verde, en su zona próxima al barrio de Batoy. El entorno de esta antigua vía de tren es de una interesante belleza. A lo largo del recorrido se cruzan varios túneles y puentes. La cartografía corresponde a mapas clásicos de bosque. Se han diseñado dos recorridos según el nivel que tengan los niños. Uno de ellos transcurre únicamente por la vía verde y es de ida y vuelta por el mismo sitio. El otro es un recorrido circular, que obliga a tener que elegir diferentes caminos y sendas de ciclabilidad variable.
Detalle del Mapa de MTB-O
Actividades puntuables que se ofertan en esta jornada:
Ejercicio «correlín«. Actividad que tiene como base el recorrido de Orientación, pero con símbolos de dibujo e ilustraciones adaptadas a las edades infantiles.
Circuito corto: recorrido de orientación de nivel básico que tendrá como referencia la categoría Alevín.
Circuito largo: recorrido de orientación de nivel medio que tendrá como referencia la categoría Infantil.
MTB-O: recorrido de sencillo para la iniciación a la bicicleta orientación. Entorno de vía verde, sin tráfico.
Las inscripciones se podrán realizar en el siguiente enlace de forma gratuita antes del jueves 17 de diciembre a las 14:00h: https://forms.gle/JVGMzyxi7M3w4isZ6
La cita será el próximo sábado 19 de noviembre en el barrio de Batoy (Alcoy). Podréis iniciar los recorridos entre las 9:30 y la 12:00h. Las salidas se llevarán a cabo desde el acceso principal al parque de Batoy.
La Liga Intercomarcal de Orientación Escolar de Alicante arranca el curso 2022-2023 con un circuito de pruebas y actividades deportivas para todas las edades y niveles.
Se trata de una liga de orientación destinada a promocionar y dar a conocer este deporte a nivel escolar. Durante el curso 2022-2023 se realizarán una serie de pruebas en distintas poblaciones de la provincia de Alicante. En ellas podrán participar niños y niñas de las categorías incluidas en los Juegos Deportivos de la Comunitat Valenciana. En este curso el número de pruebas oscilará entre 7 y 9, según las posibilidades del calendario y la capacidad de los clubs implicados. El gran éxito de esta liga es su metodología de competición. Su organizacion pretende que los escolares vivan una jornada lúdico-deportiva completa, en la que la presión del cronometraje no influya en el resultado de la prueba y la experiencia vivida en estos primeros pasos en el mundo de la orientación.
Para ello, los organizadores proponen un esquema organizativo de cada jornada basado en las siguientes actividades y recorridos:
Go4orienteering. Se trata de un paquete de juegos didácticos basados en recorridos cortos de diferentes niveles en un espacio reducido. Se utiliza pinza electrónica(SportIdent)
Correlín. Actividad que tiene como base el recorrido de orientación. En las balizas no habrá números sino dibujos o símbolos adaptados a la edad infantil.
Recorrido CORTO. Recorrido de orientación que tendrá como referencia la categoría alevín de pruebas oficiales tipo sprint.
Recorrido LARGO. Recorrido de Orientación que tendrá como referencia la categoría infantil de pruebas oficiales tipo sprint.
MTB-O. Siempre que el terreno recoja las condiciones de seguridad y posibilidad para la práctica de la bici orientación, se ofrecerá la modalidad de bici orientación.
La liga Escolar se organiza bajo el paraguas de la Federación de Orientación de la Comunidad Valenciana (FEDOCV) y los Juegos Deportivos Escolares (JOCSE), Y los clubes organizadores de esta liga son: CEAM-O IBI Centre Esportiu Colivenc Centre Excursionista d’Alcoi Club d’Orientació Sant Joan
Cartel de la Liga Intercomarcal de Orientación Escolar de Alicante
Desarrollar actividades en las que la estrategia de juego es un factor relevante, es una oportunidad para conjugar otro elemento motivador, además de los aspectos físico-técnicos que prevalecen en la práctica de la orientación. Las actividades que mejor desarrollan esta cuestión son los conocidos recorridos SCORE, en los que el orden de visita a los controles no viene determinado por el trazador. En este sentido, las variantes para su aplicación son muy diversas, pero uno de las propuestas score que mejor funciona con los chavales, es la que presento a continuación.
El objetivo final del juego es conseguir el mayor número de puntos al finalizar el recorrido. Cada orientador debe visitar los controles en el orden que estime. La principal diferencia respecto de los scores clásicos, es que el orden de llegada a cada punto respecto del resto de competidores es la clave que definirá el resultado. Es decir, si un corredor llega el primero a una baliza, tendrá la ventaja de alcanzar la máxima puntuación. A partir de ese momento, el resto de orientadores podrán obtener también puntuaciones, pero estas irán siendo cada vez más bajas.
Imaginemos que el máximo de puntos a alcanzar en cada baliza es 10. El primer participante que llegue, conseguirá pleno de puntos: 10 puntos. El siguiente jugador, podrá obtener 9 puntos. El que llegue a continuación, 8 puntos,… Y así sucesivamente, hasta que no queden puntos. Al finalizar el juego, bien porque hemos establecido que deben visitar todos los controles o bien porque hemos fijado un tiempo máximo de práctica, el deportista que consiga sumar el mayor número de puntos, será el ganador.
Imagen 1: Ejemplo de recorrido «Score máxima puntuación»
Organización:
Elegimos un mapa en el que podamos disponer de un buen número de detalles en un espacio reducido de terreno.
Colocamos un número de controles, más o menos cercanos entre ellos, que se ajusten al tiempo de actividad (30′-45′).
En cada baliza, colocaremos un código de control con tiras de papel que puedan arrancar. Cada una de ellas tendrá un número cuya máxima puntuación será el número de participantes en la actividad (si no lo conocemos exactamente de antemano, podemos estimar por alto. Así ningún niño se queda sin puntos cuando llegue a la baliza).
Insistimos en la norma de que ningún orientador puede coger más de una etiqueta de puntos por control. Para evitar que hagan trampa, cada etiqueta llevará impreso el número de control (ver imagen 2).
Ofrecemos a cada participante la posibilidad de guardar los puntos (papelitos) en una funda o bolsa pequeña, que impida que estos se pierdan en el transcurso de la actividad.
Damos la salida en masa, pero les dejamos visualizar el mapa previamente para que elijan una estrategia. Hacemos hincapié en la importancia de llegar lo antes posible a los controles.
Imagen 2: Códico de control y tiras con puntuación recortarbles
Al finalizar el juego, hacemos recuento de puntos obtenidos.
Una variante muy interesante para compensar el resultado e introducir una nueva variable estratégica, es llevar a cabo esta propuesta por parejas o equipos. En este caso, antes de la salida les dejaremos tiempo para que se repartan los controles que cada uno irá a visitar. Pudiendo compensar así, las diferencias a nivel físico-técnico que puedan existir entre compañeros.
La arena es uno de los materiales más interesantes para enseñar de una forma práctica el concepto de relieve a los niños. Disponer de una playa cercana o un arenero, es sin lugar a duda, un recurso excelente que podemos utilizar para hablar a nuestros pequeños del desnivel del terreno, y adentrarnos en el abstracto mundo de las curvas de nivel.
Si de alguién he aprendido en los últimos años, cómo tratar este elemento para trabajar el relieve con los orientadores nóveles, ese es Chris Terkelsen, un excampeón mundial que trabaja como pocos este importante recursos que es de vital importancia para los orientadores.
Enseñar a los niños en la playa, no solo puede ser divertido, también una buena oportunidad para desarrollar su creatividad de una forma muy didáctica. Equipados con una buena pala y unos pocos clicks o muñecos de tamaño reducido, podemos hacer que los jóvenes orientadores entiendan mejor cómo se representa el relieve en un mapa.
La secuencia didáctica a plantearles sería la siguiente:
1. Introduciremos el concepto de curvas construyendo una pequeña montaña de arena, en la que el click representará al cartógrafo que recorrerá el montículo sin subir ni bajar (a curva de nivel). Su trayectoria de iniciará y finalizará en el mismo punto. Explicando a los niños que todos los puntos que se encuentran en la línea figuran a la misma altura, y que cuando se traslada al mapa, representa una curva de nivel a una altura concreta del terreno.
Representación de curvas de nivel
2. Desplazando al click arriba o abajo, repetiremos esta acción para representar nuevas curvas de nivel. Momento en el que introduciremos el concepto de equidistancia. Tomando como referencia el tamaño del muñeco, podemos calcular de forma estimada la diferencia entre líneas, e incluso la altura de la montaña.
3. A continuación podemos identificar distintos elementos característicos del relieve: cotas, depresiones, vaguadas, crestas,… Pediremos a los chicos que coloquen los muñecos en los elementos que vamos describiendo. Profundizaremos si cabe, en la diferencia al representar cotas o depresiones.
Identificando elementos del relive
4. Tras explicar todos estos conceptos, es el momento de convertirnos en cartógrafos. Para ello, les pediremos a los niños que representen en un folio en blanco las curvas de nivel de una de las formas de relive representadas en la arena. Sin mayores dificultades, veremos como los jóvenes son capaces de dibujar de forma sencilla el desnivel que hemos construído, dibujando los primeros mapas sencillos.
5. Para finalizar, concluiremos la tarea sugiriendo a los alumnos que construyan terrenos (montañas), a partir de simples modelos de curvas de nivel que les mostraremos en plantillas que previamente hemos dibujado.
Construyendo montañas a partir de un mapa de relieve
Después de esta práctica, podemos implementar la sesión con un pequeño recorrido en la zona donde hemos recreado las montañas, siempre y cuando dispongamos del mapa del terreno. Será una transferencia perfecta a los aprendizajes adquiridos en la tarea anterior.
El objetivo principal de un edificio debería ser que su arquitectura se adaptase a las necesidades de su uso. Sin embargo, en ocasiones, podríamos valorar qué nos ofrecen las construcciones para la práctica de nuestro deporte.
No contamos con instalaciones deportivas específicas, y nuestra inquietud ha sido siempre la de buscar terrenos para hacer nuevos mapas en los que poder organizar nuestros entrenamientos y competiciones.
La orientación indoor, o lo que es lo mismo, la orientación por el interior de edificios, se ha convertido en una nueva disciplina con la que atraer a más personas a la práctica de nuestro deporte. Son ya varios los países que organizan pruebas de este tipo a un buen nivel, aprovechando edificios públicos como universidades, parkings o colegios.
Recorrido por plantas colegio
Mi apuesta para el entrenamiento con los más pequeños se basa en el aprovechamiento de los centros educativos como un recurso alternativo a los entornos naturales o urbanos. Puede ser una actividad excelente para los días en los que la meteorología no es favorable.
Esta modalidad es muy completa, tanto a nivel técnico como físico. Requiere de múltiples destrezas que el orientador debe desarrollar en su etapa de crecimiento: concentración, simplificación, re-localización,… Y por supuesto, la optima elección de ruta.
Las escaleras, los accesos y los elementos más singulares de la obra, requieren de una lectura rápida y acertada. Sin perder en ningún momento la noción de la planta en la que nos encontramos. El hecho de estar subiendo y bajando escaleras, nos puede llevar a dudar de nuestra posición. Los edificios suelen tener muchas semejanzas entre sus plantas.
Los trazados suelen ser lineales, de forma que podamos dirigir a los niños por itinerarios repletos de pasillos y salas en espacios laberínticos que hacen muy divertida su práctica.
A la hora de confeccionar los mapas podemos aprovechar los planos de obra que en su momento los arquitectos confeccionaron para la construcción del edificio. Suelen tener pintados demasiados elementos, por lo que debemos hacer una limpieza de los mismos, simplificando la cartografía a lo realmente significativo. La representación del mobiliario es una posibilidad que podemos plantearnos, pero siendo conscientes de que los elementos que no son fijos pueden variar su posición, y esto, nos llevará más quebraderos de cabeza.
Vuelven los campamentos del mapa y la brújula. Una nueva edición tras un paréntesis por la pandemia. Retorna con una oferta de actividades irrepetible, una propuesta integral para que los niños vivan una experiencia en comunión con el medio natural. En un entorno único como son los terrenos de dunas de La Marina y el Moral, en Elche y Guardamar (Alicante).
El campamento de primavera contará con un elenco de técnicos especialistas únicos, bajo el paraguas de la Federación del Deporte de Orientación de la Comunidad Valenciana (FEDOCV). Los días 20, 21 y 22 abril son las fechas elegidas para que los jóvenes orientadores pasen unos días de convivencia que no olvidarán. Las instalaciones residenciales del colegio Maristas de Guardamar, se convertirán en el epicentro de la orientación nacional. Tan solo 50 plazas para niños y jóvenes de entre 8-14 años. ¿A qué esperas para apuntarte a esta experiencia?
En la búsqueda de ejercicios para la lectura precisa de los jóvenes orientadores, SEGUIR LA LÍNEA se encuentra entre una las mejores propuestas para su desarrollo. Promueve la lectura constante de los detalles del mapa, obligando a los niños a llevar en todo momento el mapa orientado y a poder utilizar la técnica del pulgar, de la que hablamos en publicaciones anteriores.
La actividad consiste en seguir una línea pintada en el mapa, donde irán apareciendo los controles a lo largo del recorrido. Para ello, la velocidad de la marcha, deberá permitir leer el mapa con seguridad en todo momento.
En su preparación, planteo varias opciones o niveles de dificultad, según la competencia técnica de nuestros orientadores.
Para la primera, los mapas de los alumnos no presentará ningún círculo magenta que localice los controles (Imagen 1). Si los orientadores siguen perfectamente la línea, irán encontrando una tras otra, las balizas que se han distribuído a lo largo del recorrido. En este caso, la dificutad se irá incrementando según el terreno elegido, desde contextos urbanos más sencillos a mapas de bosque más complejos. La dificultad también se puede ir incrementando modificando la ruta de la línea, pasando de sendas y caminos, a trazados campo a través.
Imagen 1: Recorrido Sigue la línea sin puntos
Una variante interesante es que los chavales marquen en el mapa el punto exacto del recorrido donde han encontrado la baliza. Se pueden añadir puntos de penalización en caso de que no encuentren las balizas o por errores en el marcaje. también podemos dejarles que vuelvan a realizar el recorrdio para iniciar un nuevo barrido y completar así los puntos que no han encontrado en la primera pasada.
No se trata de un ejercicio del todo sencillo, por lo que podemos idear una variante más fácil de este ejercicio, dibujando los círculos correspondientes a los controles que hemos colocado (Imagen 2). De este modo, los chicos podrán conocer la situación exacta de las balizas. Otra posibilidad, es colocar cintas de prebalizado a lo largo del recorrido, de modo que los niños se sientan más seguros.
Evitaría a toda costa el cronometraje de este ejercicio, pues influiría negativamente en los objetivos que perseguimos, desconcentrando a los jóvenes en la lectura detallada del mapa.
La práctica O-Bingo es otro de los juegos de éxito que suelo poner en práctica en la escuela. En un recorrido libre tipo Score, se reparten un número de balizas que puede ser: 9, 16 ó 25, según el espacio y el tiempo del que se disponga para la sesión. El espacio que elijamos debe ser reducido. El juego consiste básicamente en realizar lo más rápido posible, los controles correspondientes a una línea en el cartón de números (imagen 1) que los participantes tendrán impreso en el mapa. En principio, gana el alumno que logra realizar antes la línea del BINGO, por lo que el factor suerte tiene un papel protagonista en este juego. Esto hace que los aprendices de un menor nivel, también tengan la posibilidad de conseguir la victoria.
Imagen 1: cartón O-Bingo impreso en el mapa
A la hora de preparar la actividad, debemos plantear que los puntos esten distanciados estratégicamente en cualquiera de las líneas posibles. La salida debe darse en masa. Aunque para que los jóvenes no vayan juntos a buscar la balizas, podemos asignarles el primer punto de control diferente a cada uno, y más tarde, que ellos elijan el resto de puntos a visitar. En cada punto encontrarán una baliza con un número y una pinza (Imagen 2) con pinchos-código, y deberán marcar en la casilla de la tarjeta correspondiente.
Imagen 2: Pinza marcadora clásica orientación
Una vez conseguido el objetivo de hacer una línea de 4 números, tendrán que volver al triángulo de salida para comprobar si lo ha hecho correctamente. Si se considera, podemos dejar que los niños hagan más líneas cuando sobre tiempo de la sesión. Y finalmente, proponerles que hagan el bingo completo.
Una de las técnicas más importantes y rentables a la hora de enseñar a los niños a practicar orientación, es la técnica del pulgar. Es una habilidad en la que debemos insistir constantemente, en cada entrenamiento y carrera, hasta que sea interiorizada.
Es muy común ver en las etapas iniciales, a jóvenes que corren con el mapa desplegado, y tienen que parar constantemente a relocalizarse para buscar las referencias en el plano de aquello que están viendo en el terreno. Esta es una práctica que deberá ser corregida para evitar errores de pérdida de tiempo, cambios en la orientación de mapa, errores paralelos por la existencia de dos zonas próximas que tienen detalles similares…
Mapa doblado
Todo empieza enseñando a doblar el mapa. Antes de explicar cómo se ejecuta la técnica del pulgar, insistiremos en que el mapa debe quedar doblado con la mínima parte visible de los controles y tramos que abordaremos próximamente en nuestro recorrido. A poder ser, en paralelo a los bordes del mapa. Esto ayudará a tener controladas las líneas norte-sur. Cada vez que sea necesario doblaremos el mapa para dejar a la vista los siguientes tramos.
El mapa se lleva con una de las manos. Correr sujetando el mapa con ambas, es incómodo y difícil de leer. Normalmente los diestros lo llevan en la izquierda, y los zurdos en la derecha. Esto es solo porque la pinza electrónica se suele dejar en la mano más hábil. Esta también nos queda más libre para otras acciones que durante la carrera se presenten: agarrarme para trepar, apoyarme en el suelo, coger una botella,… No obstante, sobre la elección de la mano, no tenemos porqué imponer un criterio.
El pulgar
Una vez bien doblado el mapa, seremos capaces de poder señalar con el dedo pulgar que sujeta el mapa, la posición por la que vamos en cada momento.
Esta técnica nos permite movernos por el terreno atentos a los elementos que vamos encontrando, y en cualquier momento, poder dirigir nuestra mirada al mapa hacia la posición en la que tenemos la punta del dedo, para localizar por dónde vamos. Así, evitaremos pérdidas innecesarias de tiempo en la búsqueda. A medida que nos desplazamos sobre el terreno, el dedo se va moviendo sobre el mapa.
En resumen, podemos definir los siguientes objetivos que se persiguen en la adquisición de esta técnica:
Localizar nuestra posición en el mapa rápido y de forma precisa.
Mejorar el transporte, facilitar su utilización.
Dejar una de las manos libres para otros usos.
Evitar que el mapa se rompa o se enganche con elementos como la vegetación.
Orientar el mapa más rápido.
Evitar errores paralelos por confusión en zonas cercanas similares.
Hay que aclarar que, cuando llevamos la brújula de dedo en la misma mano del mapa, es la punta de la flecha de dirección la que sustituye a nuestro dedo pulgar.
Técnica del pulgar. «Manual de iniciación al deporte de orientación» (www.prodetur.es)
Para practicar:
Uno de los ejercicios más sencillos para entrenar la técnica del pulgar, es practicando con pequeños mapas de terrenos en los que existan gran cantidad de elementos iguales. Fáciles de manejar y claramente representativos de la zona en la que estamos.
Los mapas urbanos, de parques o similares, son de especial interés para esta práctica. Sin embargo, no debemos dejar de aprovechar, cualquier ejercicio de entrenamiento o competición, para asimilarla. Desde el triángulo de salida, señala con tu dedo pulgar, y marca por donde vas.