La arena es uno de los materiales más interesantes para enseñar de una forma práctica el concepto de relieve a los niños. Disponer de una playa cercana o un arenero, es sin lugar a duda, un recurso excelente que podemos utilizar para hablar a nuestros pequeños del desnivel del terreno, y adentrarnos en el abstracto mundo de las curvas de nivel.
Si de alguién he aprendido en los últimos años, cómo tratar este elemento para trabajar el relieve con los orientadores nóveles, ese es Chris Terkelsen, un excampeón mundial que trabaja como pocos este importante recursos que es de vital importancia para los orientadores.
Enseñar a los niños en la playa, no solo puede ser divertido, también una buena oportunidad para desarrollar su creatividad de una forma muy didáctica. Equipados con una buena pala y unos pocos clicks o muñecos de tamaño reducido, podemos hacer que los jóvenes orientadores entiendan mejor cómo se representa el relieve en un mapa.
La secuencia didáctica a plantearles sería la siguiente:
1. Introduciremos el concepto de curvas construyendo una pequeña montaña de arena, en la que el click representará al cartógrafo que recorrerá el montículo sin subir ni bajar (a curva de nivel). Su trayectoria de iniciará y finalizará en el mismo punto. Explicando a los niños que todos los puntos que se encuentran en la línea figuran a la misma altura, y que cuando se traslada al mapa, representa una curva de nivel a una altura concreta del terreno.

2. Desplazando al click arriba o abajo, repetiremos esta acción para representar nuevas curvas de nivel. Momento en el que introduciremos el concepto de equidistancia. Tomando como referencia el tamaño del muñeco, podemos calcular de forma estimada la diferencia entre líneas, e incluso la altura de la montaña.
3. A continuación podemos identificar distintos elementos característicos del relieve: cotas, depresiones, vaguadas, crestas,… Pediremos a los chicos que coloquen los muñecos en los elementos que vamos describiendo. Profundizaremos si cabe, en la diferencia al representar cotas o depresiones.

4. Tras explicar todos estos conceptos, es el momento de convertirnos en cartógrafos. Para ello, les pediremos a los niños que representen en un folio en blanco las curvas de nivel de una de las formas de relive representadas en la arena. Sin mayores dificultades, veremos como los jóvenes son capaces de dibujar de forma sencilla el desnivel que hemos construído, dibujando los primeros mapas sencillos.
5. Para finalizar, concluiremos la tarea sugiriendo a los alumnos que construyan terrenos (montañas), a partir de simples modelos de curvas de nivel que les mostraremos en plantillas que previamente hemos dibujado.

Después de esta práctica, podemos implementar la sesión con un pequeño recorrido en la zona donde hemos recreado las montañas, siempre y cuando dispongamos del mapa del terreno. Será una transferencia perfecta a los aprendizajes adquiridos en la tarea anterior.
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