La técnica del pulgar

Una de las técnicas más importantes y rentables a la hora de enseñar a los niños a practicar orientación, es la técnica del pulgar. Es una habilidad en la que debemos insistir constantemente, en cada entrenamiento y carrera, hasta que sea interiorizada. 

Es muy común ver en las etapas iniciales, a jóvenes que corren con el mapa desplegado, y tienen que parar constantemente a relocalizarse para buscar las referencias en el plano de aquello que están viendo en el terreno. Esta es una práctica que deberá ser corregida para evitar errores de pérdida de tiempo, cambios en la orientación de mapa, errores paralelos por la existencia de dos zonas próximas que tienen detalles similares…

Mapa doblado

Todo empieza enseñando a doblar el mapa. Antes de explicar cómo se ejecuta la técnica del pulgar, insistiremos en que el mapa debe quedar doblado con la mínima parte visible de los controles y tramos que abordaremos próximamente en nuestro recorrido. A poder ser, en paralelo a los bordes del mapa. Esto ayudará a tener controladas las líneas norte-sur. Cada vez que sea necesario doblaremos el mapa para dejar a la vista los siguientes tramos.

El mapa se lleva con una de las manos. Correr sujetando el mapa con ambas, es incómodo y difícil de leer. Normalmente los diestros lo llevan en la izquierda, y los zurdos en la derecha. Esto es solo porque la pinza electrónica se suele dejar en la mano más hábil. Esta también nos queda más libre para otras acciones que durante la carrera se presenten: agarrarme para trepar, apoyarme en el suelo, coger una botella,… No obstante, sobre la elección de la mano, no tenemos porqué imponer un criterio. 

El pulgar

Una vez bien doblado el mapa, seremos capaces de poder señalar con el dedo pulgar que sujeta el mapa, la posición por la que vamos en cada momento. 

Esta técnica nos permite movernos por el terreno atentos a los elementos que vamos encontrando, y en cualquier momento, poder dirigir nuestra mirada al mapa hacia la posición en la que tenemos la punta del dedo, para localizar por dónde vamos. Así, evitaremos pérdidas innecesarias de tiempo en la búsqueda. A medida que nos desplazamos sobre el terreno, el dedo se va moviendo sobre el mapa.

En resumen, podemos definir los siguientes objetivos que se persiguen en la adquisición de esta técnica: 

  • Localizar nuestra posición en el mapa rápido y de forma precisa.
  • Mejorar el transporte, facilitar su utilización.
  • Dejar una de las manos libres para otros usos.
  • Evitar que el mapa se rompa o se enganche con elementos como la vegetación.
  • Orientar el mapa más rápido.
  • Evitar errores paralelos por confusión en zonas cercanas similares. 

Hay que aclarar que, cuando llevamos la brújula de dedo en la misma mano del mapa, es la punta de la flecha de dirección la que sustituye a nuestro dedo pulgar. 

Técnica del pulgar. «Manual de iniciación al deporte de orientación» (www.prodetur.es)

Para practicar:

Uno de los ejercicios más sencillos para entrenar la técnica del pulgar, es practicando con pequeños mapas de terrenos en los que existan gran cantidad de elementos iguales. Fáciles de manejar y claramente representativos de la zona en la que estamos. 

Los mapas urbanos, de parques o similares, son de especial interés para esta práctica. Sin embargo, no debemos dejar de aprovechar, cualquier ejercicio de entrenamiento o competición, para asimilarla. Desde el triángulo de salida, señala con tu dedo pulgar, y marca por donde vas.

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