La elección de ruta es una habilidad que debe desarrollarse desde edades tempranas. Incluir entrenamientos específicos de esta práctica es fundamental, dada la importancia que puede llegar a tener en carrera.
Tanto si se corre en terrenos clásicos, como si se hace en sprint, las elecciones de ruta pueden llegar a ser determinantes. Sin embargo el tipo de factores a considerar son distintos, teniendo en cuenta las características del terreno, y de los corredores.
Si bien en el bosque, el desnivel, la vegetación o los elementos lineales, tienen una relevancia mayor; en las zonas urbanas, los cambios de dirección o los elementos impasables, tienen más protagonismo.
Muy probablemente el trazador de una prueba, intente alcanzar un mayor número de opciones posibles para llegar hasta un punto de control. Este será uno de sus principales empeños para intentar conseguir un trazado más espectacular. Dando cabida a un mayor número de corredores con cualidades cognitiva o físicas distintas.
A continuación, os presentamos un ejercicio sencillo y divertido para desarrollar esta técnica en jóvenes orientadores. Se trata de una práctica que han llevado a cabo los compañeros del Club de Montañismo Cheste-O, y que pone a prueba a los orientadores en este cometido.
Por parejas, se retarán en cada control, eligiendo cada vez, una ruta distinta para llegar a un mismo control. Lo interesante es poder emparejar a los corredores que tienen niveles físico-técnicos similares, para que se puedan auto exigir y conozcan mejor sus puntos fuertes y sus puntos débiles.
Elección de ruta

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