La práctica O-Bingo es otro de los juegos de éxito que suelo poner en práctica en la escuela. En un recorrido libre tipo Score, se reparten un número de balizas que puede ser: 9, 16 ó 25, según el espacio y el tiempo del que se disponga para la sesión. El espacio que elijamos debe ser reducido.
El juego consiste básicamente en realizar lo más rápido posible, los controles correspondientes a una línea en el cartón de números (imagen 1) que los participantes tendrán impreso en el mapa.
En principio, gana el alumno que logra realizar antes la línea del BINGO, por lo que el factor suerte tiene un papel protagonista en este juego. Esto hace que los aprendices de un menor nivel, también tengan la posibilidad de conseguir la victoria.

A la hora de preparar la actividad, debemos plantear que los puntos esten distanciados estratégicamente en cualquiera de las líneas posibles. La salida debe darse en masa. Aunque para que los jóvenes no vayan juntos a buscar la balizas, podemos asignarles el primer punto de control diferente a cada uno, y más tarde, que ellos elijan el resto de puntos a visitar.
En cada punto encontrarán una baliza con un número y una pinza (Imagen 2) con pinchos-código, y deberán marcar en la casilla de la tarjeta correspondiente.

Una vez conseguido el objetivo de hacer una línea de 4 números, tendrán que volver al triángulo de salida para comprobar si lo ha hecho correctamente. Si se considera, podemos dejar que los niños hagan más líneas cuando sobre tiempo de la sesión. Y finalmente, proponerles que hagan el bingo completo.