Entrenamiento multitécnica

Combinar el trabajo de distintos aspectos técnicos en el entrenamiento de orientación es bastante común. La razón puede venir fundamentada por la necesidad que tiene para nuestro deporte tener que aprovechar al máximo los terrenos que visitamos, y el tiempo que supone para nosotros desplazarnos hasta ellos. Es por ello que los técnicos hacemos lo posible para que esos momentos de calidad con el objetivo de desarrollar la técnica de los deportistas sea lo más rentable y fructífera posible.

Sin embargo, otras pueden ser las razones que nos lleven a utilizar este tipo de propuestas de manera positiva:

  • Aprovechamiento máximo de mapas a nuestro alcance.
  • Exigencia mental y adaptación variabilidad de estímulos en una misma sesión.
  • Motivación por la diversidad de retos.
  • Adaptación e individualización según las características de los deportistas.
  • Posibilidad de trabajar diferentes objetivos en una misma sesión.

Evidentemente, estamos ante un tipo de entrenamiento que tiene varios objetivos en los que no podremos profundizar como si lo hiciéramos por separado. Pero sí que podemos trabajar en los jóvenes su capacidad para cambiar rápidamente los procesos mentales necesarios cuando el mapa exige una serie de técnicas o habilidades concretas. Combinado así, podemos desarrollar esta adaptación al medio.

Parece que las bondades de este tipo de entrenamiento sean más que suficientes para incorporarlas a nuestra caja de entrenamiento como entrenadores, pero no debemos olvidar otra serie de aspectos ciertamente limitantes a la hora de plantearlos, como por ejemplo la necesidad de conocimientos TICs especializados (OCAD, Purple, O-map,…), el tiempo de preparación o el requerimiento de mapas con variedad de zonas de características bien diferenciadas.

A la hora de diseñarlos, debemos tener en cuenta que el mapa que utilicemos, bien sea de bosque o urbano, ha de tener esas zonas que nos permitan desarrollar los objetivos planteados. Una vez elegido, las variantes que pueden incluirse en este tipo de entrenamientos pueden ser múltiples. A continuación se proponen algunos ejemplos:

  • Rumbos.
  • Ventanas.
  • Rumbos.
  • Cambios de dirección.
  • Memorización punto a punto.
  • Control picking.
  • Anticipación (descripción de control).
  • Orientación somera/precisa
  • Elección de rutas.
  • Pasillos.
  • Etc.

Propuesta de entrenamiento multitécnica para iniciación

En el ejemplo que a continuación se adjunta, se plantea un entrenamiento multitécnica con cuatro variantes, en un mapa urbano de características muy diferenciadas.

Variante 1:

La sesión empieza en una zona reducida con controles próximos entre sí, en la que el orden en el mapa se desconoce, pero viene determinado en la descripción de controles, por lo que se deberá leer de antemano para anticipar su visita, y realizarlas correlativamente.

Variante 2:

A continuación se progresa por un pasillo en el que los deportistas podrán encontrar un número de balizas secreto que no vienen marcadas en el mapa, y que al final del recorrido deberán dibujar en el mapa. La precisión en la lectura para evitar salir del pasillo, condicionará el éxito a la hora de encontrar las balizas fantasma.

Variante 3:

En un tercer momento, los aprendices deben hacer un buen uso de la brújula, trazando rumbos exactos en un mapa en blanco. Los ángulos de entrada y salida al control deberán de ser variados para provocar ese cambio de dirección que nos interesa. En este ejercicio, los orientadores deberán talonar o estimar la distancia recorrida para no quedarse cortos o sobrepasar el control.

Variante 4:

Por último, nos enfrentamos a unos controles, que requieren la mejor elección de ruta. En este caso, son balizas que tienen diferentes opciones a la hora de ser abordadas. Aspecto importante en los mapas de sprint. Esta tarea final cierra el entrenamiento a ritmo y características semejantes a la competición.

Ejemplo de entrenamiento multitécnica urbano

Como se puede apreciar en el ejemplo, se trata de un entrenamiento altamente estimulante para los aprendices, a la vez que exigente desde el punto de vista de su planificación como entrenadores. Estos deben tener un protagonismo relevante en momentos puntuales de la temporada, ampliando nuestro abanico de propuestas en las sesiones de calidad semanales.

Mini Raids de Aventura

Los raids son una propuesta excelente para pasar un buen rato. Trabajar diferentes disciplinas en torno a la orientación, siempre será motivante y completo.

Bien es cierto que requiere de una exigencia mayor a nivel organizativo, pero vale la pena ofrecerles este tipo de oportunidades a nuestros pequeños aventureros. Aunque sea, al menos, en momentos de celebración, convivencia o jornadas especiales del club.

La creatividad es la clave para poder hacer de estos entrenamientos o jornadas deportivas, una propuesta divertida y variada. A las disciplinas clásicas de bici orientación (MTB-O) o carrera a pie (O-Pie), se le pueden añadir otras que el entorno nos ofrezca: kayak, descenso de un río, patines,… Además de un sin fin de pruebas especiales, que en las transiciones van a enriquecer la actividad.

En este sentido, podemos plantear pruebas esenciales de habilidad o bien mentales:

– Puntería: tiro con arco, tirachinas, petanca,…
– Retos viso-espaciales: tamgrams, puzzles, rompecabezas…
– Memorización: copiar símbolos de un mapa a otro en blanco desplazándose, sumar puntos en las balizas,…
– Orientación precisa: retos trail-O.
– Trepa o cuerdas: escalada, descensos, puentes,…
– Equilibrio: skylines, circuito de troncos,…
– “Pista americana” o circuito de obstáculos.
– Go4-O o laberintos.
– …

Como podemos comprobar, las pruebas especiales dependerán de nuestros recursos, y sobre todo, de lo ingeniosos que seamos.

El desafío en la enseñanza del joven orientador 

Llevamos tiempo reflexionando sobre las carencias que nuestro deporte presenta en relación a la escasa promoción de base y la dificultad de transferencia de nuevos orientadores al formato federado y de competición. La fórmula para conseguir enganchar a un buen número de niños y jóvenes que en un futuro puedan practicar de una forma regular nuestra disciplina, es sin duda uno de los principales objetivos que las escuelas, clubes y federaciones, debemos plantearnos.

Son varias las propuestas que se han ido implementando paralelamente a la competición y el entrenamiento a lo largo de la breve historia de este deporte en nuestro territorio. La formación de monitores, la inclusión en el currículo educativo, las pruebas escolares, los campamentos y campos de entrenamiento, las propuestas didácticas o la producción de manuales prácticos de ejercicios y actividades para dar los primeros pasos en la orientación, son algunas de las iniciativas que en cuentagotas, van dando sus frutos. Sin embargo, en la mayoría de casos, el resultado del esfuerzo invertido es poco alentador, más allá de la experiencia que el joven pueda llevarse.

Para comprender a qué nos enfrentamos, y cuál es nuestro papel como formadores, deberíamos empezar por analizar la naturaleza de nuestro deporte. Tan simple como profundizar en su definición:

La orientación es un deporte que combina tanto elementos físicos como mentales. La idea básica en orientación es ir desde el punto inicial al punto final de un recorrido, visitando cierto número de puntos de control intermedios, en un orden predeterminado, con la única ayuda de un mapa y una brújula. Se debe elegir la mejor ruta posible en función de las características del terreno, las condiciones físicas y mentales del corredor y sus conocimientos técnicos con el objeto de realizar el recorrido en el menor tiempo posible. El orientador debe navegar y tomar decisiones rápidas mientras corre a gran velocidad.

Si bien se trata de una definición detallada, cualquier menor que desee iniciarse en esta disciplina, y fuese capaz de entender lo que significan verdaderamente estas líneas, quedaría abrumado, y probablemente descartaría adentrase en este complicado mundo del mapa y la brújula. Es por ello que, una de nuestras primeras tareas como entrenadores sería descalzarnos las zapatillas de clavos, y transformar esta atmósfera compleja, en un contexto amable, lúdico y aventurero. 

Decir que la orientación es una actividad física en el medio natural, hoy sabemos que es una verdad a medias. Cierto es que su naturaleza original está en los bosques, pero no podemos obviar, que a lo largo de los últimos años, hemos experimentado un crecimiento exponencial de la actividad, en medios humanizados y urbanos. Y que muy probablemente, sea esta una de las líneas de desarrollo más importantes que tengamos en el horizonte a nivel deportivo. 

Pese a todo, nuestro valor a nivel educativo, se sigue sustentando en este pilar fundamental que es el entorno natural, entendido como un medio sanador de las patologías derivadas del mundanal estrés urbanita. También han vivido esta evolución otros deportes como la escalada, de la que fuimos de la mano para lograr penetrar en el nutrido currículum del área de educación física. A nuestra paralela, esta adaptación más artificial, ya le ha valido para mejorar su visibilidad, y lograr el estatus de olímpica. 

En consecuencia, estamos ante una oportunidad de oro, para reivindicar nuestro deporte, por las bondades que le otorga su “cancha de juego”. Sin olvidar el complejo entramado de habilidades que requiere su práctica y los beneficios para el desarrollo armónico de niños y jóvenes, en todas sus dimensiones. 

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La Liga Intercomarcal de Orientación Escolar de Alicante arranca el curso 2022-2023 con un circuito de pruebas y actividades deportivas para todas las edades y niveles.

Se trata de una liga de orientación destinada a promocionar y dar a conocer este deporte a nivel escolar. Durante el curso 2022-2023 se realizarán una serie de pruebas en distintas poblaciones de la provincia de Alicante. En ellas podrán participar niños y niñas de las categorías incluidas en los Juegos Deportivos de la Comunitat Valenciana. En este curso el número de pruebas oscilará entre 7 y 9, según las posibilidades del calendario y la capacidad de los clubs implicados.
El gran éxito de esta liga es su metodología de competición. Su organizacion pretende que los escolares vivan una jornada lúdico-deportiva completa, en la que la presión del cronometraje no influya en el resultado de la prueba y la experiencia vivida en estos primeros pasos en el mundo de la orientación.

Para ello, los organizadores proponen un esquema organizativo de cada jornada basado en las siguientes actividades y recorridos:

Go4orienteering. Se trata de un paquete de juegos didácticos basados ​​en recorridos cortos de diferentes niveles en un espacio reducido. Se utiliza pinza electrónica(SportIdent)

Correlín. Actividad que tiene como base el recorrido de orientación. En las balizas no habrá números sino dibujos o símbolos adaptados a la edad infantil.

Recorrido CORTO. Recorrido de orientación que tendrá como referencia la categoría alevín de pruebas oficiales tipo sprint.

Recorrido LARGO. Recorrido de Orientación que tendrá como referencia la categoría infantil de pruebas oficiales tipo sprint.

MTB-O. Siempre que el terreno recoja las condiciones de seguridad y posibilidad para la práctica de la bici orientación, se ofrecerá la modalidad de bici orientación.

La liga Escolar se organiza bajo el paraguas de la Federación de Orientación de la Comunidad Valenciana (FEDOCV) y los Juegos Deportivos Escolares (JOCSE), Y los clubes organizadores de esta liga son:
CEAM-O IBI
Centre Esportiu Colivenc
Centre Excursionista d’Alcoi
Club d’Orientació Sant Joan

Cartel de la Liga Intercomarcal de Orientación Escolar de Alicante

Máxima puntuación

Desarrollar actividades en las que la estrategia de juego es un factor relevante, es una oportunidad para conjugar otro elemento motivador, además de los aspectos físico-técnicos que prevalecen en la práctica de la orientación. Las actividades que mejor desarrollan esta cuestión son los conocidos recorridos SCORE, en los que el orden de visita a los controles no viene determinado por el trazador. En este sentido, las variantes para su aplicación son muy diversas, pero uno de las propuestas score que mejor funciona con los chavales, es la que presento a continuación.

El objetivo final del juego es conseguir el mayor número de puntos al finalizar el recorrido. Cada orientador debe visitar los controles en el orden que estime. La principal diferencia respecto de los scores clásicos, es que el orden de llegada a cada punto respecto del resto de competidores es la clave que definirá el resultado. Es decir, si un corredor llega el primero a una baliza, tendrá la ventaja de alcanzar la máxima puntuación. A partir de ese momento, el resto de orientadores podrán obtener también puntuaciones, pero estas irán siendo cada vez más bajas.

Imaginemos que el máximo de puntos a alcanzar en cada baliza es 10. El primer participante que llegue, conseguirá pleno de puntos: 10 puntos. El siguiente jugador, podrá obtener 9 puntos. El que llegue a continuación, 8 puntos,… Y así sucesivamente, hasta que no queden puntos. Al finalizar el juego, bien porque hemos establecido que deben visitar todos los controles o bien porque hemos fijado un tiempo máximo de práctica, el deportista que consiga sumar el mayor número de puntos, será el ganador.

Imagen 1: Ejemplo de recorrido «Score máxima puntuación»

Organización:

  • Elegimos un mapa en el que podamos disponer de un buen número de detalles en un espacio reducido de terreno.
  • Colocamos un número de controles, más o menos cercanos entre ellos, que se ajusten al tiempo de actividad (30′-45′).
  • En cada baliza, colocaremos un código de control con tiras de papel que puedan arrancar. Cada una de ellas tendrá un número cuya máxima puntuación será el número de participantes en la actividad (si no lo conocemos exactamente de antemano, podemos estimar por alto. Así ningún niño se queda sin puntos cuando llegue a la baliza).
  • Insistimos en la norma de que ningún orientador puede coger más de una etiqueta de puntos por control. Para evitar que hagan trampa, cada etiqueta llevará impreso el número de control (ver imagen 2).
  • Ofrecemos a cada participante la posibilidad de guardar los puntos (papelitos) en una funda o bolsa pequeña, que impida que estos se pierdan en el transcurso de la actividad.
  • Damos la salida en masa, pero les dejamos visualizar el mapa previamente para que elijan una estrategia. Hacemos hincapié en la importancia de llegar lo antes posible a los controles.
Imagen 2: Códico de control y tiras con puntuación recortarbles

Al finalizar el juego, hacemos recuento de puntos obtenidos.

Una variante muy interesante para compensar el resultado e introducir una nueva variable estratégica, es llevar a cabo esta propuesta por parejas o equipos. En este caso, antes de la salida les dejaremos tiempo para que se repartan los controles que cada uno irá a visitar. Pudiendo compensar así, las diferencias a nivel físico-técnico que puedan existir entre compañeros.

La arquitectura al servicio del deporte

El objetivo principal de un edificio debería ser que su arquitectura se adaptase a las necesidades de su uso. Sin embargo, en ocasiones, podríamos valorar qué nos ofrecen las construcciones para la práctica de nuestro deporte. 

No contamos con instalaciones deportivas específicas, y nuestra inquietud ha sido siempre la de buscar terrenos para hacer nuevos mapas en los que poder organizar nuestros entrenamientos y competiciones. 

La orientación indoor, o lo que es lo mismo, la orientación por el interior de edificios, se ha convertido en una nueva disciplina con la que atraer a más personas a la práctica de nuestro deporte. Son ya varios los países que organizan pruebas de este tipo a un buen nivel, aprovechando edificios públicos como universidades, parkings o colegios. 

Recorrido por plantas colegio

Mi apuesta para el entrenamiento con los más pequeños se basa en el aprovechamiento de los centros educativos como un recurso alternativo a los entornos naturales o urbanos. Puede ser una actividad excelente para los días en los que la meteorología no es favorable. 

Esta modalidad es muy completa, tanto a nivel técnico como físico. Requiere de múltiples destrezas que el orientador debe desarrollar en su etapa de crecimiento: concentración, simplificación, re-localización,… Y por supuesto, la optima elección de ruta.

Las escaleras, los accesos y los elementos más singulares de la obra, requieren de una lectura rápida y acertada. Sin perder en ningún momento la noción de la planta en la que nos encontramos. El hecho de estar subiendo y bajando escaleras, nos puede llevar a dudar de nuestra posición. Los edificios suelen tener muchas semejanzas entre sus plantas. 

Los trazados suelen ser lineales, de forma que podamos dirigir a los niños por itinerarios repletos de pasillos y salas en espacios laberínticos que hacen muy divertida su práctica. 

A la hora de confeccionar los mapas podemos aprovechar los planos de obra que en su momento los arquitectos confeccionaron para la construcción del edificio. Suelen tener pintados demasiados elementos, por lo que debemos hacer una limpieza de los mismos, simplificando la cartografía a lo realmente significativo. La representación del mobiliario es una posibilidad que podemos plantearnos, pero siendo conscientes de que los elementos que no son fijos pueden variar su posición, y esto, nos llevará más quebraderos de cabeza. 

York Indoor Cup orienteering 2016

O-Bingo

La práctica O-Bingo es otro de los juegos de éxito que suelo poner en práctica en la escuela. En un recorrido libre tipo Score, se reparten un número de balizas que puede ser: 9, 16 ó 25, según el espacio y el tiempo del que se disponga para la sesión. El espacio que elijamos debe ser reducido.
El juego consiste básicamente en realizar lo más rápido posible, los controles correspondientes a una línea en el cartón de números (imagen 1) que los participantes tendrán impreso en el mapa.
En principio, gana el alumno que logra realizar antes la línea del BINGO, por lo que el factor suerte tiene un papel protagonista en este juego. Esto hace que los aprendices de un menor nivel, también tengan la posibilidad de conseguir la victoria.

Imagen 1: cartón O-Bingo impreso en el mapa

A la hora de preparar la actividad, debemos plantear que los puntos esten distanciados estratégicamente en cualquiera de las líneas posibles. La salida debe darse en masa. Aunque para que los jóvenes no vayan juntos a buscar la balizas, podemos asignarles el primer punto de control diferente a cada uno, y más tarde, que ellos elijan el resto de puntos a visitar.
En cada punto encontrarán una baliza con un número y una pinza (Imagen 2) con pinchos-código, y deberán marcar en la casilla de la tarjeta correspondiente.

Imagen 2: Pinza marcadora clásica orientación

Una vez conseguido el objetivo de hacer una línea de 4 números, tendrán que volver al triángulo de salida para comprobar si lo ha hecho correctamente. Si se considera, podemos dejar que los niños hagan más líneas cuando sobre tiempo de la sesión. Y finalmente, proponerles que hagan el bingo completo.

Cortocircuitos

Intento evitar los contextos excesivamente competitivos en las etapas iniciales del aprendizaje de nuestros jóvenes. Sin embargo, he de reconocer que para muchos de mis alumnos, la lucha contra el crono o contra sus propios compañeros, supone un acicate que los ‘enchufa’ de una manera asombrosa.

Uno de los entrenamientos que más me gusta, y que a ellos los acerca mucho a las situación de carrera, es la práctica de recorridos cortos de alta intensidad. Se me ocurrió bautizar esta tarea como CORTOCIRCUITOS. El objetivo principal de esta propuesta es simular la situación de carrera. Se puede llevar a cabo tanto en contextos urbanos (sprint) como en el bosque, pero al final, lo que se pretende, es mantener la concentración a un ritmo de carrera alto.

Para llevar a cabo este entrenamiento, diseñaremos en un mismo mapa 4-5 recorridos diferentes. Si lo creemos oportuno podemos crear trazados de niveles distintos, de forma que podamos alcanzar una mayor individualización para las capacidades de los pequeños orientadores. Será suficiente con marcar en el suelo los códigos del control, si el contexto es urbano, o bien colocando una cinta, cuando no sea posible pintarlo. Al final de la partida, no necesitamos que los chavales marquen ni apunten ningún registro de paso. Buscamos que pasen por el control y apenas se detengan.

Lo interesante es que los participantes afronten de forma continua el máximo número de recorridos posibles, apuntando en una tabla de doble entrada los tiempos conseguidos. De esta forma podemos compararlos entre ellos. Más allá de sacar un ránking de resultados, lo que podremos es analizar el nivel de concentración y la capacidad de lectura al máximo ritmo posible. Conseguiremos ver así, cómo responden a la tensión de la propia competición.

El juego de los vampiros

Conocí este juego gracias a Roger Casal. Amigo y archiconocido orientador, ahora al cargo de la dirección técnica de la FEDO (Federación Española del Deporte de Orientación). La compartimos en un proyecto común en el que organizamos un campamento de orientación para jóvenes. Esta fue una de las actividades mejor valoradas por los orientadores, por lo que no dudé en utilizarla en mis entrenamientos de iniciación.

La propuesta lúdica del VAMPIROS es uno de los juegos de mayor éxito en mis entrenamientos y clases. Se trata de una de las actividades más motivadoras y divertidas en el ámbito de la iniciación deportiva de nuestra disciplina. Su similitud con los aspectos más esenciales de otros juegos populares y la narrativa como hilo conductor del juego, la convierten en una propuesta muy interesante para los niños, y no tan niños…

En el desenlace del juego influyen otros aspectos más allá del dominio técnico de la orientación. Por tanto, esto supone un acicate para que cualquier participante salga victorioso en el juego.

Organización del juego

ESPACIO: ​cualquier espacio con una cartografía sencilla (parques, colegios, urbanizaciones cerradas…)

MATERIAL:​ mapa con recorrido SCORE a máximo escala 1:2000, tarjeta de control tradicional, 10-20 balizas en el terreno (según número de controles)

TIEMPO:​ 20-30 minutos.

EQUIPOS: el número de participantes puede ser muy amplio. La proporción entre VAMPIROS y HUMANOS puede ser de 1/3 o 2/3. Siempre habiendo una mayoría de humanos que de vampiros.

OBJETIVOS:

  1. Conocer las balizas de orientación y el procedimiento de marcaje con pinza tradicional.
  2. Iniciarse en la lectura de mapa de orientación.
  3. Introducir nuestro deporte de una manera motivadora y divertida.
  4. Promover estrategias de juego, centradas en la modalidad score.

DESARROLLO:

Tradicional juego del pilla-pilla pero teniendo que encontrar las balizas sin ser capturado por los “VAMPIROS”. Se entrega un mapa a cada participante que haga el rol de «HUMANO», con las balizas a encontrar (tipo score) y la tarjeta de control incorporada. Los que empiezan con el rol de vampiros saldrán 5 minutos después de dar la salida a los humanos sin ningún mapa ni tarjeta de control. Su objetivo es coger algún humano y hacerse con su mapa y tarjeta. En el momento de ser capturado los participantes deben intercambiarse el rol. Así el vampiro pasa a ser humano y debe continuar con el objetivo de marcar todas las balizas que le queden sin ser capturado por ningún vampiro más. El humano que pasa a ser vampiro debe contar hasta 30 permaneciendo en el sitio para luego ir en busca de más víctimas. No se les permite a los vampiros acercarse a menos de 15 pasos de las balizas (¡¡estas están llenas de ajos!!)

Antes de empezar el juego debemos explicar que es una baliza y cómo se marca en la tarjeta de control para saber que hemos pasado por esa baliza.

EJEMPLO DE MAPA (Rec.SCORE):

Foto Orientación

Con la vuelta a los entrenamientos conjuntos y a disfrutar de las actividades de orientación al aire libre, presentamos una actividad altamente motivadora para nuestros jóvenes orientadores. Es también un entrenamiento ideal para practicar deporte seguro y cumplir con las normas COVID-19: salidas individuales y escalonadas, evitar colocar balizas ni pinzas de control, etc. 

En la propuesta “Foto Orientación” el profesor o entrenador deberá escoger elementos más o menos visibles en un terreno de mapa dedicado a pruebas escolares o sprint. Una señal, un pequeño grafiti, el detalle de una canaleta,… Son objetos susceptibles de capturar con nuestra cámara de fotos de bolsillo. 

Foto detalles puntos de control

La tarea consiste en conectar los controles que hemos preparado en forma de SCORE (sin orden definido) con la imagen correcta que hemos impreso junto al mapa. La ventaja de «Foto-O» es que evita colocar balizas o marcas de control porque el objeto ya está definido en el detalle de la imagen. 

Mapa score Foto-O

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