Los mapas se realizan a partir de una fotografía o de un escaneo láser que se ha realizado desde el aire. Pero no hace falta subirse a un avión para pintar nuestros primer plano. Partir de mapas sencillos ayuda a comprender cómo las montañas y valles se relacionan entre sí en el terreno.
Utilizar materiales que los niños puedan tener a mano y con los cuales tengan cierta soltura a la hora de manipularlos, es una buena opción para comprender el relieve. Para entender fácilmente cómo se lee el desnivel en un mapa podemos construir pequeñas montañas con piezas de LEGO, utilizar una caja con arena para modelar formas o crear montañas con plastilina…
«La interpretación instantánea de las formas del relieve es el arte del orientador capacitado»
McNeill, C. y Col. (2006)
A partir de estas creaciones podemos dibujar las curvas de nivel y señalar el punto más alto, la parte más abrupta, las vaguadas por donde corre el agua en caso de lluvia, etc. Los juegos de construcción siempre han sido un elemento motivador y altamente creativo para los niños. Utilizarlos para crear mapas e interpretar la forma del terreno, es una de las propuestas más sencillas que tenemos a nuestro alcance.

Fuente de las actividades:
Carreras de orientación. Guía de aprendizaje (McNeill, C.; Cory-Wrigth, J. y Renfrew, T. 2006)
Cool, awesome and educational! Orienteering at school ages 6-15 (Andersson, G. 2020)
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