Saber interpretar la forma que tiene el relieve en un mapa es probablemente uno de los aspectos más complejos para un joven orientador. Pasar de las tres dimensiones del terreno a las dos de la representación en el plano, es una tarea que requiere abstracción. De partida, debemos hacer entender al niño que aquello que en los mapas está pintado con curvas de nivel, representa las montañas, los valles, las cordilleras,… o cualquier otro elemento de la orografía de un área.

Debemos partir de la idea de que el desarrollo de las habilidades visoespaciales necesarias para dominar este aspecto madura de forma distinta según las personas, y por lo tanto, hemos de ser pacientes en su incorporación al entrenamiento de los pequeños.
“Las funciones visoespaciales representan el grupo de funciones cognitivas utilizadas para analizar, comprender y manejar el espacio en el que vivimos en varias dimensiones (2D y 3D)”.
Ortega y col. (2014)
Para ello plantearemos una serie de actividades progresivas que faciliten la experimentación y la visualización del paso de las 3D a las 2D. Cómo transformar un elemento del espacio tridimensional en un dibujo plano es el objetivo del taller que presentamos a continuación. En orientación siempre utilizamos las curvas de nivel, pero antes realizaremos una aproximación muy gráfica a esta técnica.

Otro recursos que puede ayudar a comprender el concepto del relieve son los simuladores topográficos desarrollados para experimentar de una forma muy clara y representativa aspectos relevantes de la orografía: https://www.youtube.com/watch?v=D99APVzNFYQ
Fuente de las actividades:
Cool, awesome and educational! Orienteering at school ages 6-15 (Andersson, G. 2020)
¡Qué interesante!
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